18 de septiembre de 2011

Hola tú...

Y vuelves... y traes contigo tu olor, aquél que de sólo imaginarlo hacía que me sonriera... tu cara de cansada, que sólo daba ganas de mecerte hasta que te durmieras... tus labios, que nopodía dejar de mirar mientras hablabas... porque hablabas mucho, y esa voz era cómo oir llover, tranquilizante, embriagadora...

Vuelves después de haberte ido, sin un adiós, sin un hasta luego, sin un porqué... simplemente "puf", desapareciste. Y me quede con mi imaginación, mi media sonrisa y mis brazos vacíos... Soñando una explicación, y llorando por el silencio que obtenía por respuesta. Llovía igual, pero este sonido no alimentaba más que mi desesperación.

Pero, ¿de verdad has vuelto? Sigo sin poder respirarte tanto como quisiera... sigo sin poder abrazarte. ¡Aunque te he escuchado! Me he bebido cada palabra, cada tono de esa voz que me ha vuelto a calmar... te he sonreído, te he podido tocar la rodilla y decirte... "me alegro de verte", pero te esfumas... y aunque se que me dices que has vuelto, no te encuentro. Y por eso... no me encuentro.


Si logro destapar el tarro de su esencia,
me han dicho que huele a jazmín,
voy a partirme el cuello diciendo que sí,
antes que se dé cuenta que el mío no es ná,
que huele a miseria y a barra de bar.

[...]

Otros se condenan a dedicar versos a
aquellas que les dieron fuego por dentro
yo esperaré cuando llegue el momento
no echarte de menos.
Es tan sencillo hacerme feliz,
que me de el aire en la cara,
[...]
que suene la puerta y pregunten por mi,
tus manos abiertas, despegar los labios,
verte sonreir, ...a ti.

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